sábado, 13 de abril de 2013

Neoimpresionismo

¿Cuándo?
Este movimiento surgió a finales del siglo XIX en Francia, en contraposición a los modelos desarrollados en Europa desde las etapas de renacentismo. Estos engloban el conjunto de tendencias pictóricas que profundizan en algunos rasgos de los pintores impresionistas como son los Divisionistas y los puntillistas. Ambas técnicas se dieron gracias a la teoría de Eugenio Chevreul, realizada a finales del siglo XIX y comienzos del siglo XX, la cual pretendía instaurar un nuevo tratamiento del color y la luz.
La palabra neoimpresionismo se empleó por primera vez en 1887, cuando Félix Féneon, un conocido critico francés, utilizó este término para describir las obras de artistas como Georges Seurat y Paul Signac los cuales le dieron importancia a parámetros más concretos de la realidad: la descomposición del color, del movimiento o del espacio.


¿Qué?
El neomimpresionismo es un movimiento que nace en contraposición del impresionismo por el hecho de que los artistas comienzan a desarrollar preocupación por el volumen y por la ordenación meditada del cuadro.
En él se engloban múltiples tendencias y estilos. Viene a ser un crisol de diferentes técnicas y objetivos que se respondes a las inquietudes de los diferentes artistas.  A estos ni hay que entenderlos bajo un estilo unificado y definido, sino que la obra de cada uno de ellos responde a la individualidad de sus planteamientos.
El fundamento de este estilo se va a encontrar en la pincelada, la cual siempre se ve encontrada con el principio de la decisión de tonos; lo que produce que los cuadros parezcan "mosaicos". Este movimiento continúa con temas como el ocio al aire libre, la vida moderna, el circo, el ballet, la ópera, los espectáculos  y son los que predominan. Son obras muy rígidas, pues buscan más la estabilidad y la composición. Pinturas más construidas que las impresionistas, con un laborioso trabajo de composición, las cuales huyen de la espontaneidad.

¿Cómo?
Este movimiento se caracteriza por englobar dos estilos: el puntillismo, donde la yuxtaposición de la pincelada es sustituida por puntos y descomponer totalmente la imagen; y el divisionismo, donde la las largas pinceladas se dividen y pasan a ser cortas y en gran cantidad. Ambos llevan a cabo un minucioso estudio del color, donde los tonos se dividen o descomponen en colores básicos puro para que el ojo los restituya en la visión lejana normal. Es por ello que se dice que esta pintura es intelectual y es la primera vez que la ciencia se combina con la pintura.
Otras características de este movimiento fueron: el dibujo y el trazo tomaron nuevamente importancia; se observa una marcada tendencia a la esquematización de las formas y los volúmenes simplificados; en una misma composición se toman en cuenta distintos puntos de vista, lo que produce que las obras sean asimétricas y desdentradas; los artistas tienen afinidad por los detalles, situaciones insólitas y las siluetas; las obras comienzan al aire libre, pero finalizan en el taller; existe la sensación de que la luz emana de los cuerpos; existen mayores conexiones con el simbolismo; tomó gran relevancia el volumen en las formas y las formas concebidas dentro de una geometría de masas puras, bien definidas (pero sin perfiles).

¿Quién?
Georges Pierre Seurat (1859-1891), fue el precursor del puntillismo. Siempre le interesó de gran manera el color, lo que lo llevó a estudiar los tratados de luz y color. Seurat afirma que toda práctica debería estar regida por la observación. Para él era necesaria la utilización de colores puros y complementarios ya que al observar una obra puntillista la retina procede a fundir los puntos de color. El fundamento del color viene dado por la división del tono en sus componentes integrantes.
Uno de sus cuadros más conocidos es Tarde de domingo en la isla de la grande Jatte, la cual es considerada una de las obras mas relevantes del siglo XIX. Esta fue pintada en 1884. Seurat basado en el estudio de la teoría óptica del color, contrastó puntos minúsculos de color que, a través de la unificación óptica, forman una figura coherente en el ojo del observador. Creía que esta forma de pintura, conocida luego como puntillismo, haría los colores más brillantes y fuertes que pintados a pinceladas.
En este cuadro se muestra una atmósfera de dignidad monumental a través de un orden equilibrado de sus elementos y los contornos de sus figuras.
File:Georges Seurat 031.jpg

Bibliografía:

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